EL LADO OSCURO DE LA EMPATÍA




La empatía es la capacidad de ponerse en el lugar de otra persona, adoptando su perspectiva, entendiendo qué está sintiendo, y también experimentando esas mismas emociones o reaccionando emocionalmente a ellas como si nos afectaran directamente.

Ser capaz de comprender lo que piensa y siente el otro motiva a ayudar a esa persona o personas. Pero no siempre la empatía proporciona ventajas; La empatía tiene sus pros y sus contras.

La empatía promueve acciones de ayuda desinteresada, inhibe la conducta agresiva, fomenta la cooperación con otros, mejora las actitudes hacia grupos estigmatizados.

Los inconvenientes de la empatía tienen que ver, por una parte, con el coste que supone para la persona que la siente y, por otra, con las consecuencias negativas que puede acarrear a otros:

- El simple hecho de sentir empatía hacia alguien que está sufriendo ya es de por sí doloroso, por lo que muchas veces las personas acaban evitando situaciones que puedan despertar su empatía o insensivilizándose hacia el sufrimiento de los demás. Esto ocurre con algunos profesionales que llevan mucho tiempo trabajando con personas enfermas o dependientes, en los que se produce un fenómeno que se conoce como burnout  ("estar quemado"). Estas personas dejan de sentir para poder seguir ofreciendo su ayuda a quien lo necesita.

- En ocasiones mostrar empatía hacia otra persona puede ser perjudicial para esta. Esto ocurre cuando la empatía, asociada a la compasión, nos lleva a ayudar a alguien que no quiere ser ayudado o que quiere valerse por sí mismo. Aunque nuestra intención sea buena, nuestra conducta de ayuda puede suponer una amenaza para su autoestima y podemos estar humillando o desmotivando a esa persona, que cree que no puede hacer las cosas por sí solo. Hay que estar seguros de que esa persona quiere nuestra ayuda antes de ofrecerla.

- También la empatía puede tener un aspecto "maquiavélico", cuando utilizamos esa empatía para manipular o aprovecharnos de otra persona, pues sabemos como se va a sentir y la utilizamos en su contra o para nuestro beneficio.

-  Por otra parte, cuando se induce empatía hacia uno de los miembros de un grupo, ese individuo recibe más recursos o favoritismos sin tener en cuenta el bien común, como por ejemplo cuando un jefe no despide a un empleado ineficaz por lástima, perjudicando a sus compañeros, que deben hacer el trabajo por él, o a los clientes o a la misma empresa.

Como podemos observar hasta lo que creemos bueno puede resultar malo. Ni los lobos son tan malos ni los corderos son tan buenos.

 

LOS NEUROTRANSMISORES Y LAS ENFERMEDADES MENTALES

    


Un neurotransmisor es una biomolécula que transmite información de una neurona a otra en nuestro cerebro.
Existen distintas clases de neurotransmisores que se diferencian entre sí por sus propiedades químicas y sus efectos. Algunos neurotransmisores:

- La acetilcolina (ACh) fue el primer neurotransmisor identificado y caracterizado. Se encuentra tanto en el sistema nervioso central como en el sistema nervioso periférico. Normalmente se comporta como un neurotransmisor excitador pero también puede ejercer un efecto contrario, es decir, un efecto inhibidor.
En la enfermedad de Alzheimer hay un déficit de acetilcolina.

- La dopamina (DA) tiene muchas funciones en el cerebro; influye en el comportamiento, en la cognición, la actividad motora, la motivación y la recompensa, la regulación de la producción de leche, el sueño, el humor, la atención y el aprendizaje.

Los síntomas de la enfermad de Parkinson están causados por un déficit de producción de dopamina. Los síntomas de la enfermad de la esquizofrenia están causados por un exceso de producción de dopamina.

-  La serotonina (5-HT) inhibe los síntomas de la depresión, llamada tambien "la hormona de la felicidad". La serotonina interviene en otros neurotransmisores, como la dopamina y la noradrenalina, que están relacionados con la angustia, ansiedad, miedo, agresividad, así como los problemas alimenticios. Una falta de serotonina nos puede hacer sentir infelices.

La buena alimentación es básica para obtener una producción regulada de nuestros neurotransmisores. Debemos comer todos los nutrientes que nuestro organismo necesita. No debemos descuidar los OMEGA 3 (aceite de pescado azul o aceite de linaza) y las legumbres, ambos muy importantes para nuestra salud mental.

Más información en Neurotransmisores y trastornos psiquiátricos

RECHAZO SOCIAL



Todos en algún momento de nuestra vida hemos sentido un rechazo, ya sea social, laboral, familiar... Seguro que alguna vez en nuestra infancia hemos sido objeto de burlas de otros compañeros, nos hemos quedado solos en el patio del colegio y hemos notado como los demás nos miraban de forma extraña, nos ha dado mucha vergüenza salir a la pizarra por miedo a qué pensarán los que nos observan. Quizás algún amigo/a nos ha dejado de hablar, y ha desaparecido de nuestras vidas, alguna pareja nos ha abandonado cuando realmente la amábamos, o algún familiar querido nos ha dejado de lado; en el ámbito laboral tambien hemos podido sufrir algún rechazo por parte de compañeros o jefes. Todos sabemos qué se siente cuando nos sentimos rechazados, cuando creemos que no somos suficientemente buenos para alguien o nos sentimos un "bicho raro".


LA NECESIDAD DE PERTENENCIA:
La necesidad de pertenencia es el hecho de establecer y mantener al menos un mínimo de relaciones interpersonales que sean duraderas, positivas y significativas. La pertenencia es una necesidad básica para el ser humano, por ello la exclusión social o rechazo social es una grave amenaza para cualquier persona.

Efectos de la exclusión social en el individuo:
- Agresividad.
- Déficit cognitivo, por ejemplo: mayor dificutad para realizar tareas que implican razonamiento lógico.
- Dificultades para concentrar la atención.
- Menor tolerancia a la frustración.
- Pasividad y letargo.
- Percepción distorsionada del paso del tiempo, que para la persona afectada pasa más lentamente.
- Énfasis en el presente, dificultades para mirar hacia el futuro.
- Tendencia a evitar la reflexión sobre uno mismo y sobres sus circunstancias vitales.
- Tendencia a conductas autodestructivas, que se refleja en incrementos de comportamientos contrapoducentes como, por ejemplo, asumir riesgos innecesarios o tomar decisiones poco saludables.

La exclusión social afecta negativamente a nuestro yo , ya que, cuando sentimos que los otros nos rechazan, el hecho de mirar en nuestro interior y reflexionar sobre nuestro propio yo nos resulta molesto y amenazante, por lo que tendemos a evitarlo. Esto afecta a nuestra autorregulación y a nuestra auto-consciencia.

Para que sea fácil entender qué es nuestra autorregulación os pongo unos ejemplos: 
- Nuestra autorregulación es lo que hace que nos levantemos para ir a trabajar cada día.
- Es lo que hace que pasemos horas estudiando y no lo dejemos para hacer actividades de ocio.
- Es lo que hace que evitemos gritar o agredir a una persona a la que no soportamos.
- Es lo que hace que renunciemos a tomar kilos de dulces porque sabemos que es perjudicial para nuestra salud y nos engorda...

¿Qué es nuestra auto-consciencia? Es la capacidad de ser conscientes sobre nosotros mismos, sobre nuestra existencia y experiencia. Sería lo que registra nuestras experiencias, piensa nuestros pensamientos y siente nuestros sentimientos.


En resumen: El rechazo o exclusión social pone en peligro nuestra necesidad de pertenencia afectando a nuestro yo (nuestra autorregulación y nuestra auto-consciencia).

Las personas que tienen algún estigma social fuerte pueden experimentar frecuentemente a lo largo de sus vidas la sensación de que su pertenencia a redes sociales no está asegurada. De hecho, las personas estigmatizadas a menudo son víctimas de procesos de exclusión en distintos contextos sociales, como la escuela o el trabajo, esto hace que obtengan malos rendimientos académicos debido a los efectos que la amenaza a la pertenencia puede generar en su capacidad autorreguladora, y no por holgazanería o baja capacidad intelectual.


Lo que los demás rechazan de ti, cultívalo. Eso eres tú.
Jean Cocteau (1889-1963) Escritor, pintor, coreógrafo.